Amors e Cansó
Trovadores de la Corona de Aragón. Se entiende por trovador a todo artista de entre fines del siglo XI y fines del XIII capaz de crear la letra y música de sus canciones. El más antiguo del que hay noticia es Guillem, duque de Aquitania (1071-1126), y el último se estima que fue Guiraut Riquier (†1292), que entre otros estuvo al servicio de Alfonso X el Sabio. Este trabajo contiene obras de Raimon de Miraval, Berenguer de Palou, Ponç d’Ortafà, Matieu de Carsí, y del mencionado Riquier.
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Descripción
REF.: CDM 0823
EAN 13: 8216116208236
Editado : 17/06/2008
Textos:
Maricarmen Gómez
Ingeniero de sonido, mezclas y edición:
Jorge G. Bastidas
Portada:
Detalle de las pinturas murales del ‘Palau Aguilar’ de Barcelona actualmente en MNAC – Museu Nacional de Catalunya (Barcelona)
Diseño y maquetación:
Annabel Calatayud
DDD: 74’59»
Depósito legal: V-1022-2008
Marta Infante, mezzosoprano
Jordi Ricart, barítono
David Antich, flautas
Carles Magraner, viola/vieille
Juan M. Rubio, ud, arpa, zanfoña
Efrén López, ud, zanfoña, laúd medieval, guiterna
Pau Ballester, percusión
Capella de Ministrers
Carles Magraner, director
Raimon de Miraval (segle XII/XIII):
Bèl m’es q’ieu chant 6’11»
Berenguer de Palou (segle XII):
Bona dona 3’41»
De la gensor qu’om vey’ 4’22»
Ab la fresca clardat 6’34»
Totz temoros e duptans 4’06»
Dona, la genser qu’om veya 3’12»
Aital dona 7’54»
Tant m’abelis 4’59»
Ponç d’Ortafà (segles XII/XIII):
Si ai perdut mon saber 6’42»
Guiraut Riquier (1292):
Pus astres no m’es donatz 4’53»
Ms. Anónimo St Joan de les Abadesses (segle XIII):
Era us preg 1’15»
S’anc vos ame 3’27»
Amors, merce no sia 4’03»
Ara lausetz, lauset 6’50»
Matieu de Caersí (segle XIII):
Tant suy marritz 6’50»
1 CD – DDD – 74’59»
Dar cuenta cabal del panorama musical de una vida tan larga y densa como la de Jaime I de Aragón (1208-1276), si se pretende que sea completo, exige ambición, espacio y numerosas disciplinas en liza. Todo ello concurre en este políptico sonoro que la Capella de Ministrers ha construido para celebrar la efemérides del VIII Centenario del nacimiento del monarca aragonés.
La derrota de Muret (1213) hizo abandonar al reino de Aragón sus intenciones de expansión territorial por el Norte de sus dominios, orientándolo provisionalmente al Sur y, definitivamente, al Este, lo que es decir al Mediterráneo; dicha batalla entronó, con cinco años tan sólo, al nuevo monarca. La singularidad de esta Corona consistió (al contrario que la castellana) en el respeto escrupuloso de las particularidades jurídicas de los territorios que fue englobando, y sus soberanos fueron reyes, príncipes, duques, marqueses, condes o señores simultáneamente, según de qué dominios se tratase. Esta yuxtaposición de realidades se dobló con las respectivas herencias culturales y lingüísticas. En la Corona aragonesa, que en tiempos de Jaime I se acrecentó unos 30.000 km2 con la incorporación del reino de Valencia y de Mallorca, se habló latín, occitano, catalán en numerosas variantes, árabe y hebreo. Poco después, varios dialectos italianos etc.
Tres CDs vierten esta riqueza cultural de la que la música se hace eco, siguiendo un previsible guión: música trovadoresca vinculada a la corona aragonesa; música sacra y, la novedad, música andalusí de estos reinos de taifas orientales, empeño que no siempre resulta satisfactorio, aunque no sea el caso. El grupo que comanda el infatigable Carles Magraner (no serán los últimos CDs que vean la luz este año) tiene ya experiencia en los dos primeros campos, y extiende la solvencia mostrada en otras grabaciones (Trobadors, Llibre Vermell), acrecentándola con la inédita colaboración para el repertorio andalusí del ensemble Akrami, dirigido por Mohamed Amin el Akrami.
En cuanto al repertorio trovadoresco, todos los representantes catalano-aragoneses están presentes, destacándose las siete composiciones del rosellonés Berenguer de Palou, y muestras interesadas de figuras como Guiraut Riquier, que no tuvo empacho en mudarse a Castilla cuando no tuvo el éxito que previó en la vecina corte levantina. Finalmente, las cuatro interesantísimas canciones contenidas en el manuscrito de San Juan de las Abadesas, cuyos dos folios se perdieron para, felizmente, reaparecer después. Son las únicas piezas trovadorescas conservadas al Sur de los Pirineos, e incluyen la procaz Ara lausetz, un curioso unicum que da mucho que pensar, y más para quienes piensen todavía en una Edad Media oscura y dominada por el miedo. Las composiciones sacras se extraen fundamentalmente de monasterios de tierras históricas del Condado de Cataluña (Girona, Barcelona y Tarragona), que luego patrocinarán fundaciones más al Sur, según la conquista cristiana avance. Una nueva versión sibilina, del siglo XII, añade un especial atractivo por lo sugerente de su música y el esfuerzo de reconstrucción que impone una pieza tan larga para no caer en la monotonía. Prueba, otra vez más, conseguida. Y van varias.
El repertorio andalusí seleccionado hace un barrido escrupuloso de temas de compositores y compositoras vinculadas a las tierras de Jaime I, abundando en casidas, e interpretadas según la tradición marroquí, heredera del patrimonio musical del oriente andalusí, una vez producida la diáspora, reconstruidas a partir de ritmos y modos acordes a los textos, puestos por escrito en el siglo XVIII.
Resumiendo, un triple acierto, por separado y en conjunto, por la coherencia con la que se retrata musicalmente la época plenomedieval de la Corona de Aragón. Cual Jaime I extendiendo los dominios por doquier, la valenciana Capella de Ministrers hace lo propio en su jurisdicción la musical. Otro nuevo homenaje a su tierra y a su herencia musical (todavía reciente Música angélica, ideal complemento para completar una tetralogía), y por tanto a la música medieval ibérica y europea. Quienes quieran una antología de las músicas de esta época, aquí tienen un regalo.
Josemi Lorenzo Arribas
Información adicional
Peso | 120 g |
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