Música en temps de Jaume I – Libro + 3 CD

«Fue uno de los grandes reyes del siglo XIII, un personaje que no era ni blanco ni negro sino gris, con muchos matices».

Con estas palabras resume Antoni Furió, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valencia y, probablemente, el mejor conocedor en la actualidad del rey Jaime, los trazos generales de su vida y reinado. A la luz de las nuevas investigaciones y de la historiografía más moderna Jaime I no fue ni un progresista democrático como le quisieron ver algunos sectores del republicanismo español, ni tampoco un representante máximo de los valores cristianos medievales en su lucha contra los infieles peninsulares según le perfilaron los ideólogos franquistas, y menos aún el héroe que el propio soberano trató de dibujar en su autobiografía, el Llibre dels fets, redactado poco antes de su muerte (Alzira, 27 de julio de 1276). Jaime I fue, ante todo, un monarca de su tiempo, un guerrero, controvertido, sin duda, en su acción política, muy religioso, eminentemente práctico, mujeriego y, en opinión de Furió, analfabeto, característica esta última que contrasta abiertamente con la voracidad intelectual de su yerno, el castellano Alfonso X el Sabio, una de las figuras emblemáticas de la imagen sapiencial de la monarquía medieval. Resulta difícil saber hoy, ochocientos años después de su nacimiento, los gustos musicales, si es que los tuvo, de Jaime I de Aragón. En un tiempo en el que la música comenzaba a jugar un papel destacado en el ceremonial de la corte y en la vida litúrgica de la Iglesia, todo parece indicar que, a diferencia de algunos de sus antepasados y sucesores, don Jaime no mostró un interés especial por este arte ni tampoco parece que ejerciera un mecenazgo cultural activo a imagen y semejanza del desarrollado en tierras navarras por Teobaldo I, Alfonso X o Sancho IV en Castilla. Sin embargo, su largo reinado fue testigo de un desarrollo excepcional de la música en Aragón, como también lo fue en el resto de la Península Ibérica.

Con el fin de ofrecer al lector y oyente una imagen lo más aproximada posible a lo que debió de ser el mundo musical que rodeó a Jaime I, la Capella de Ministrers nos ofrece un libro-disco con bellas ilustraciones y 200 páginas en el que, junto a los textos de las piezas originales debidamente traducidos al castellano, catalán-valenciano, francés e inglés, y los documentados ensayos introductorios de Antoni Furió, Josemi Lorenzo Arribas, Maricarmen Gómez Muntané y Manuela Cortes, esenciales para contextualizar históricamente la figura de este rey, se incluyen un total de tres discos compactos que atienden a otros tantos repertorios de aquella época: el trovadoresco, el religioso y, finalmente, el andalusí, este último de especial belleza y refinamiento según nos muestran las delicadas versiones que nos muestran los miembros de la Capella y el Ensemble Akram, inspiradas en la rica tradición alauí, heredera, como es bien sabido, de buena parte del legado cultural andalusí.

Excelente aportación, pues, de la Capella de Ministrers al año Jaime I y a la cultura de nuestro país.

Francisco de Paula Cañas Gálvez