El Llibre Vermell. Una visión mediterránea de la música medieval
En el año 1811 se descubre un manuscrito medieval, encuadernado con tapa de un color rojo aterciopelado, un códice medieval de un pequeño Monasterio en Montserrat: el Llibre Vermell. Cantos y danzas a la Virgen María en busca de la espiritualidad de los peregrinos que invitan a la meditación. El Llibre Vermell es una recopilación de música, canciones y bailes para que los peregrinos, mientras celebraban la vigilia nocturna en la Iglesia de la Virgen Bendita en Montserrat, canten y bailen. El Llibre Vermell es uno de los pilares más importantes dentro de la música medieval y ha sido motivo de estudio y de investigación por importantes intérpretes y musicólogos. Capella de Ministrers lo recupera con la singularidad de buscar el camino de los peregrinos en el Mediterráneo. El descubrimiento en Morella (Castellón) de unos frescos con la danza Ad Mortem Festinamus nos abre una nueva visión de la música de peregrinos en el Mediterráneo con una vinculación directa a otros monasterios de la antigua Corona de Aragón.
El cante y el baile eran habituales en las iglesias durante el medievo, como han dejado claro la literatura, la iconografía y la documentación de la época, especialmente las prohibiciones de todo tipo que sobre esta práctica dictaron muy diversas autoridades eclesiásticas. El Libro Rojo de Montserrat ha preservado una prueba excepcional de esta realidad. Copiado a finales del siglo XIV, el manuscrito contenía inicialmente 172 folios escritos por las dos caras, de los cuales 35 se han perdido. De los 137 restantes, solo siete contienen música, en concreto diez piezas compuestas seguramente en muy diversos momentos y en tres lenguas diferentes (catalán, occitano y latín): son tres cánones o caças, dos piezas polifónicas y cinco danzas.
La antífona que abre el libro, O Virgo splendens, está escrita en forma de canon al unísono, aunque es susceptible de ser interpretada a dos o tres voces. Le sigue una obra más moderna, Stella splendens, un virelai a dos voces escrito en estilo del ars nova. Laudeamus Virginem y Splendens ceptigera son cánones circulares al unísono. Los set gotxs recompterem se presenta como una ballada o danza circular que canta los gozos de la Virgen. Cuncti simus y Polorum Regina son también danzas circulares, en las que, como en la anterior, parece prevista la alternancia entre solistas y coro. Mariam Matrem e Inperayritz son canciones polifónicas, la primera a tres y la segunda a dos voces, en este caso, cada una con un texto distinto, lo que es un rasgo arcaico. Ambas canciones fueron copiadas por una mano diferente a la del resto de obras musicales del manuscrito. La colección se cierra con una pieza excepcional, Ad mortem festinamus, la más antigua danza de la muerte puesta en música que se conoce. Esta misma composición se encuentra también en la parte inferior de un fresco de la sala capitular del convento de San Francisco de Morella (Castellón) que representa a un grupo de hombres y mujeres bailando en torno a un cadáver junto a los versos arriba transcritos, adaptación al catalán del original latino del Vermell. Pablo J. Vayón en FeMàs.
Llibre Vermell en Capella de Ministrers